domingo, 23 de septiembre de 2012

Ikebana


IKEBANA

El ikebana es el arreglo floral japonés cuya traducción sería “dar vida a las flores”. Esto no quiere decir que “ayudemos” a las flores a mostrar todo su esplendor, si no que las ayudamos a que se muestren de una forma distinta a la que tienen en la naturaleza. También influye el estilo que elijamos y nuestra propia inspiración. Hay varias escuelas de ikebana pero todas nacen con la idea de honrar a las flores y a las deidades búdicas. En la escuela ikenobo los elementos básicos del ikebana son el centro (rectangular, cuadrado, jarrón, siempre de cerámica) que pueden ser blancos o de color (hay que tener esto en cuenta a la hora de elegir las flores), el soporte o kenzan (un fijador de pinchos de metal, cuadrado, redondo, de media luna…) y por supuesto, las flores y las ramas. La estructura del ikebana es sencilla: una rama de una altura y media del diámetro del recipiente, una más baja (3/4) y las flores (1/2 altura). La longitud real del material tiene que estar en armonía con la figura, el color y el peso del recipiente. La rama más alta, shin, constituye la línea principal (en otras escuelas se la considera como “el cielo”); la siguiente, soe, representaría a los humanos, y tai (las flores), representa la tierra. Para complementar el arreglo se usan flores más pequeñas como solidago, paniculata o estatice y se sitúan en una posición un poco más baja que las flores principales. A esta parte del arreglo se le llama ashirai. Con la idea de la estructura más clara, otra parte esencial del ikebana es la elección del material. El shin y el soe pueden ser ramas de camelia (que pueden durar meses en agua), tuya, ruscus, salal…A veces necesitaremos darles más movimiento a las ramas (más verticales, más curvadas) y ésto se consigue con tranquilidad, paciencia, las manos mojadas y arqueando las ramas con los pulgares. Si se eligen camelias para esta parte del ikebana, que sea sin capullos y con las hojas limpias y lustrosas. Para el tai valen casi todas las flores: margaritas, crisantemos, liliums, tulipanes, iris, lisianthum (parecidas a las rosas pero mucho más delicadas)…Se pueden elegir camelias a punto de abrirse pero nunca abiertas ya que se considera de mala suerte o mal augurio. Y el número total de ramas más flores no puede ser 4 porque la pronunciación de este número y la de la palabra ‘muerte’ es prácticamente igual…y aunque el ikebana sea un arreglo efímero, queremos destacar la belleza y la vida de las flores pero no la idea de la muerte. El ashirai, como hemos dicho antes, puede ser paniculata, solidago, estatice o cualquier flor pequeña o ligera. Todos estos componentes se irán clavando en el kenzan: primero el shin, luego el soe, el tai y el ashirai. Para cortar los tallos, se debe hacer dentro del agua ya que así no se pudren porque no entra el aire (esta técnica también vale para los arreglos occidentales o cualquier ramo).

Hay varios estilos de ikebana pero los más corriente son el moribana, que se hace en centros normalmente cuadrados o rectangulares (casi siempre bajos pero a veces hay centros un poco más altos, tipo jarrón), el nageire que se realiza en jarrones y donde no se usa el kenzan sino 2 ramitas en la boca del jarrón en forma de cruz. Es un estilo un poco más difícil porque hay que cortar bien las ramas para que se sujeten a las paredes del jarrón. Este estilo se usa más para poner el arreglo encima de una mesa alta o frente a una columna.









Otro estilo es el jiyuka o estilo libre, más occidentalizado y donde se pueden usar otros materiales. Dentro de estos estilos hay distintos modelos: en cascada donde el shin y el soe se colocan casi de forma horizontal; el suitai donde el shin es casi horizontal y el soe un poco más vertical.






El ikebana se tiene que hacer directamente en el lugar donde se va a exponer ya que es muy difícil transportarlo, porque aunque se clavan bien las ramas, se pueden mover en el transporte. Una vez hecho el ikebana, es muy fácil mantenerlo ya que sólo necesitamos comprobar el nivel del agua: los tallos siempre tienen que estar dentro del agua. También se puede hacer el ikebana con esponja de florista pero aquí hay que tener muy claro dónde y cómo van a ir las flores porque una vez agujereada la esponja, es más difícil componer el arreglo. Pero nunca se debe hacer con flores secas o de tela porque iríamos en contra del espíritu original del ikebana.

1 comentario:

  1. Es interesante, pero ¿se pueden usar todo tipo de flores?

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